Historia coeditada. 1 ,2, 3
Era una noche fría y lluviosa; estaba agotada después de un largo día de trabajo. Ya estaba en la cama cuando de golpe mi teléfono vibró sobre la mesita. Un número desconocido. Solo dos palabras: "¡Corre! ¡Ahora!" La casa estaba en silencio, pero al levantar la mirada, con el corazón desbocado, una sombra se movió detrás de la puerta. Podía coger las llaves y salir corriendo antes de que fuera demasiado tarde, o quedarme y descubrir quién o qué me estaba vigilando... Con el miedo recorriendo todo mi cuerpo, la lluvia repicando en los cristales y la casa iluminada solo por los relámpagos que preceden a los truenos que alteran mi corazón; agarro la manta de lana, me envuelvo en ella y avanzo lentamente por mi habitación. Cuando llego al umbral de la puerta, descubro, tras la cortina que divide en dos el pasillo, unas zapatillas y una gorra de color verde caqui que reconozco. Es el chico con el que me crucé el otro día en el parque y que no dejó de mirarme Me paro f...