Luna Llena
Una noche de luna llena miré al cielo, esperando verte en el destello de una estrella, pero no estabas...
La desilusión me invadió.
Me volteé, en busca de consuelo en la arena.
—¡Mira! —me dice papá, señalando al horizonte.
Y al girarme y levantar la vista, allí estaba la luna, asomando por la fina línea que separa el mar del cielo, sonrojada por la tardanza quizás, o tal vez porque se maquilló para nosotros.
Quién sabe... Lo único que sé es que, entre esta luna llena y ese "mira", me sentí de nuevo en casa, como cuando era pequeña, en vuestro regazo.
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